Obra > La Fortaleza

2004

Situados en el evento expositivo nos preguntamos: ¿Qué hay desde ese principio de elección árida hasta esta muestra? ¿Qué nos transmite el trabajo de esas horas y días de efervescencia creativa que preceden al contacto con el espectador? Si concentramos nuestra atención en un recorrido, despacio, por las obras, iremos entablando ese diálogo que conecta la obra con la mano ejecutora. Buscar ese silencio necesario para encontrar el choque de las dualidades que arrastran desde el origen de las obras, lo que percibimos en la mirada, y lo que percibimos en nuestro interior, desde la estructura racional del cerebro, hasta lo irracional de la emoción, caminos que convergen en un solo espacio bidimensional desde la duda de la intromisión de lo emocional en el concepto. ¿Dónde encontramos el concepto? Para nosotros, la técnica en sí misma parte de una reflexión, por lo que Eva L. Tarrío asume el modo de trabajar desde una órbita reflexiva y profunda para situarnos en el uso de unos materiales que anidan en su cerebro previamente y resultan ser el camino detonante.

P. Cabarcos Quintela. Viveiro, 2004